La adicción a Internet estaría vinculada a la depresión


Probablemente utilices la red frecuentemente para enviar mensajes, realizar algunas compras o distraerte un poco. El tiempo que pasas frente a la computadora puede variar, de todas formas, lo más probable es que esta actividad no afecte tu vida cotidiana. Sin embargo, existe un grupo dentro de la población que sí tiene dificultades para controlar cuánto tiempo utiliza la Web, ellos son los “adictos a Internet”.

Según un estudio realizado por psicólogos del Reino Unido existe un vínculo entre el uso excesivo de Internet y la depresión. Estas conclusiones están basadas en las respuestas de 1319 individuos que realizaron un cuestionario en línea. En él se les preguntó cuánto tiempo utilizaban Internet y con qué fines. También se les realizó una serie de preguntas para evaluar si sufrían de depresión. Los encuestados tenían un promedio de 21 años.

Un 1, 2% del total fueron calificados como “adictos a Internet”. Estas personas se caracterizan, entre otras cosas, en sustituir la interacción social real por la interacción mediada a través de sistemas de chat y redes sociales.

Los adictos a Internet se encontraban significativamente más deprimidos que el grupo de los no adictos, con una puntuación de depresión cinco veces mayor. La investigación indica que el uso excesivo de Internet está asociado con la depresión, pero aún no se sabe si existe una relación directa de causalidad. ¿Es que las personas deprimidas utilizan más Internet o es que la depresión es causada por Internet?

El Dr. Vaughan Bell, del Instituto de Psiquiatría de King’s College London, afirmó que aquellos individuos identificados como “adictos a Internet” están emocionalmente perturbados. Por lo tanto, las conclusiones de este estudio no serían una gran sorpresa. Probablmente este hecho se explique porque las personas que sufren de depresión o de ansiedad son más propensas a utilizar la red. Injusto sería echarle la culpa a la propia Internet, ¿no?

Come más despacio y baja de peso


Tal vez en más de una ocasión te hayas preguntado: ¿es posible bajar de peso sin reducir la cantidad de alimentos que consumo? Parece ser que sí lo es y la forma de hacerlo no es únicamente a través de la práctica del ejercicio, sino comiendo más despacio. Sí, así como lo escuchan.

El mandometer, un pequeño dispositivo diseñado por el profesor sueco Per Sódersten (del Instituto Karolinska, Estocolmo), calcula la velocidad a la que comes y transmite esta información a una computadora. De esta forma uno puede descubrir si come demasiado rápido o no. El objetivo de este aparato es resolver los problemas originados por los malos hábitos alimenticios. Se procura que se coma en pequeñas cantidades y de forma más lenta.

De hecho, un estudio basado en un grupo de 106 jóvenes con sobrepeso (de 9 a 17 años) publicado por el British Medical Journal, demuestra que comer más despacio puede ser un arma eficaz para luchar contra la obesidad.

El equipo de investigadores responsables de este estudio, dirigido por el profesor británico Julian Hamilton-Shield, afirmó que inicialmente los adolescentes comían demasiado rápido. Después de un año de usar el mandometer comenzaron a comer menos y a una velocidad reducida en un 11%. Gracias a su nueva forma de comer estos adolescentes bajaron de peso. Su IMC (índice de masa corporal) disminuyó promedialmente un 2,1%.

A través de este ejemplo podrás notar la importancia de ser consciente de tus malos hábitos alimenticios y lo importante que es erradicarlos (mandometer de por medio o no).

Aprovecha mejor tus mañanas


La alarma del despertador que nos obliga a despertar a la mañana es una de las situaciones más odiadas por todos. Y, por más que la desactivemos para dormir cinco minutos más, lo cierto es que comenzamos el día resignados, con muchísima pereza y ganas de seguir todo el día en nuestra cama.

Pero, como sabemos que eso es imposible, lo ideal es afrontar los primeros minutos del día de la mejor manera. Si bien soy de aquellas personas que dormiría toda la mañana si fuera posible, personalmente debo admitir que es uno de los momentos más lindos del día: nos encuentra frescos, con las energías recargadas y con un día entero por delante.

Haz el esfuerzo y levántate radiante para aprovechar al máximo tus mañanas, con los consejos que te cuento en este artículo. Cuando los pongas en práctica, te sentirás entusiasmado y no dolerá tanto la alarma del despertador.

Levántate a la misma hora todos los días de la semana. Sí, madrugar los sábados y domingos puede ser muy cruel, porque son los días ideales para descansar, pero ten en cuenta que dormir mucho esos dos días puede repercutir negativamente en tus niveles de energía del resto de la semana. Si te levantas todos los días a la misma hora, tu cuerpo se acostumbrará y prácticamente no necesitarás el despertador para levantarte.

Levántate con el sol. Una habitación a oscuras es ideal para dormir, pero nunca nos va a ayudar a levantarnos. Antes de acostarte, abre un poco las cortinas o levanta las persianas para que entren los primeros rayos del sol. Cuando te hayas despertado, levántate y abre la ventana por completo: la luz del sol te hará despertar más rápidamente.

Olvídate de desactivar la alarma cada 5 minutos. Despídete de la costumbre de desactivar el despertador para quedarnos en la cama un rato más: quizá duermas unos minutos más, pero no sirven de nada porque no ofrecen un descanso profundo y reparador. Lo único que ganas es más pereza. Por ello, pon la alarma en el horario exacto en que tienes que levantarte.

Bebe un vaso de agua. Antes de ir al baño y vestirte, bebe un vaso de agua fría. Te reanimará e incrementa la actividad del metabolismo.

Practica ejercicio. El ejercicio fisico por la mañana tiene muchos beneficios. Entre ellos, te sentirás con más energía y alerta para el resto del día. Además, al ser la primera actividad en tu día, cuando te acostumbres a ella, se te hará dificil saltearla.

Desayuna proteínas. El desayuno es la comida más importante del día y eso te lo hemos dicho en varias oportunidades: un desayuno rico en proteínas como un yogurt, huevos batidos o cereales es el mejor combustible para activar tu organismo.

Beneficios de los jugos naturales


Si eres un adicto del café o de las bebidas azucaradas y pasas de otras bebidas probablemente te estés perdiendo de los beneficios de los jugos naturales. Beberlos es una de las mejores formas de integrar los nutrientes de las frutas y de las verduras a nuestra alimentación. Además, no sólo conseguirás un resultado nutritivo sino también sumamente delicioso. Sin dudas, los jugos naturales son una excelente forma de mejorar nuestra salud.

Ya habrás oído que se recomienda el consumo de dos litros de agua por día. Muchas personas los ingieren a través de café, té, refrescos o alcohol. A diferencia de estas bebidas los jugos naturales son saludables y revitalizantes.

Además de aportar una gran cantidad de nutrientes y vitaminas los jugos naturales son una buena alternativa si estás buscando adelgazar. Ten en cuenta que beber un jugo produce una sensación de saciedad similar a la que puedes tener luego de comer unas tostadas con mantequilla. Sin embargo, estas bebidas naturales no sobrepasan las 100 calorías (alrededor de un tercio menos de si optaras por las tostadas).

Otro beneficio de los jugos naturales es su acción depuradora. Es decir, que tienen propiedades desintoxicantes. Al mejorar nuestra alimentación y consumir más fibra aumenta nuestro tránsito intestinal. Además, las frutas y verduras más diuréticas favorecen la eliminación de toxinas. Sin lugar a dudas, los jugos naturales son una de las mejores opciones para mantenernos saludables.

La importancia del agua en el organismo


Todos nosotros conocemos la importancia del agua en el organismo. Todas las actividades que una persona hace en su vida cotidiana están de una manera u otra relacionadas con el agua. Sabemos que alrededor del 75% de la tierra es agua en forma de océanos, lagos, ríos, glaciares, etc. Nuestro cuerpo está hecho principalmente de agua, y esta juega un papel muy importante en nuestra salud física.

Aproximadamente el 85% de nuestro cerebro, el 80% de nuestra sangre y el 70% de nuestros músculos es agua, y cada célula de nuestro cuerpo necesita agua para vivir. Así podemos entender la importancia del agua en el organismo y cómo podemos incluirla en el cuidado del cuerpo. El agua ayuda a eliminar toxinas peligrosas que nuestro cuerpo toma desde el aire, los alimentos y los productos químicos que utilizamos en nuestra piel y cabello.

El agua también proporciona amortiguación para las articulaciones del cuerpo. El agua transporta el oxígeno y nutrientes a todas nuestras células. El agua también ayuda a regular la temperatura de nuestro organismo.


Necesitamos agua para mantener el correcto funcionamiento del metabolismo. Tenemos que mantener cierto nivel de agua en nuestro cuerpo si no lo hacemos así, entonces esto dará como resultado la deshidratación. Por lo tanto, es fácil ver por qué es muy importante beber de seis a ocho vasos de agua al día.

Si no tenemos suficiente agua, la presión arterial puede caer a niveles peligrosamente bajos, se pueden formar coágulos sanguíneos, dañaría la función renal y puede causar estreñimiento.
Algunas otras señales de haber bajo nivel de agua la piel muy seca, y una mayor incidencia de infecciones del tracto urinario y dolores de cabeza recurrentes.

Una manera popular para reducir la fiebre es tomar un baño en agua fría, esto ayuda a bajar la temperatura de nuestro cuerpo.

Este proceso se llama hidroterapia. La hidroterapia es la utilización de agua caliente o fría para mitigar o aliviar los problemas. Estas terapias incluyen la inhalación de vapor, compresas de agua fría, baños calientes, duchas, baños de vapor e hidromasaje.

El uso del agua caliente ayuda a estimular el sistema inmunológico. También aumenta la circulación de nuestro cuerpo.

El agua fría se utiliza para reducir la inflamación. Cuando se tiene un esguince se utiliza una bolsa de hielo para reducir la hinchazón. Un baño frío de asiento se utiliza para tratar el estreñimiento, el flujo vaginal irregular y las hemorroides.

Algunos tratamientos que utilizan alternando agua fría y caliente son para aliviar problemas respiratorios, congestiones, infecciones y dolores de cabeza.

Desayunos saludables y rápidos


Muchas personas creen que bajar de peso rápidamente es lo ideal, por lo que siguen dietas donde restringen el consumo de calorías para lograr reducciones de varios kilos en una semana. Algunas de estas costumbres alimenticias son muy perjudiciales para la salud, por ejemplo la comúnmente extendida de saltarse el desayuno, olvidando que los desayunos saludables y rápidos son una opción a tener en cuenta.

Aquella frase famosa “el desayuno es la comida más importante del día” no está lejos de ser cierta. La importancia del desayuno es real, y quienes desayunan están poniendo las bases para una alimentación sana, además contribuyen a un correcto funcionamiento del organismo favoreciendo la alimentación y nutrición.

La excusa para no desayunar suele ser la falta de tiempo, sin embargo existen muchas alternativas amigas del bienestar para que el primer alimento del día sea benéfico y comenzar la jornada con un desayuno sano. No es necesario saber de recetas complicadas, basta con saber servir leche con cereales y usar un cuchillo para planear un desayuno saludable.


Una de las opciones más populares para desayunos saludables y rápidos es el cereal, que en lo posible debe estar hecho a base de granos enteros como el trigo, con un contenido de azúcar igual o menor a 13 gramos por porción, que más una taza de leche baja en grasa, junto a una rebanada de fruta conformará una comida benéfica para iniciar la jornada.

Otra combinación sana y rápida para un buen desayuno es la que hacen un pan de trigo entero, una lámina de queso y otra de jamón, ambos bajos en grasa, armando un rico emparedado que cumple con los requerimientos del cuerpo para comenzar el día. Si estas opciones siguen siendo muy demoradas y complejas, se puede llevar un yogurt descremado, una barra de cereal y una fruta para darle un sano comienzo al cuerpo que tantos servicios presta.

El truco está en pensar previamente lo que se desayunará, ya sea unos minutos antes de prepararlo o desde la noche anterior para que al día siguiente saltarse el desayuno no sea una opción poco saludable.

Vegetales de hojas verdes: grandes aliados de nuestra vista


Durante mi infancia comí muchas zanahorias bajo el argumento de mis padres de que eran buenas para la vista. Ahora parece ser que las frutas y las verduras de hojas verdes también son beneficiosas para la salud de nuestros ojos. El informe que lo demuestra fue realizado por la Universidad de Georgia y publicado en el Journal of Food Science.

Las verduras y las frutas de color mejorarían el rendimiento visual y ayudarían a prevenir las enfermedades oculares relacionadas con la edad. Estos alimentos contienen carotenoides como la luteína y la zeaxantina que desempeñan un papel importante en la visión y tienen un impacto positivo en la retina.

La luteína y la zeaxantina pueden ayudar a mejorar el contraste y a reducir los tiempos de recuperación del fotoestrés. También pueden aumentar el alcance visual. Los investigadores destacan la importancia de este estudio ya que se podría mejorar la visión a través de medios naturales.

Los responsables de este estudio llegaron a estas conclusiones tras revisar múltiples estudios de los efectos de la luteína y la zeaxantina en el rendimiento visual. Estos dos pigmentos que desempeñan un papel esencial en nuestra visión se encuentran en la col rizada y en las espinacas, entre otras hortalizas.