Fibra: un consejo siempre útil


En el terreno de la salud, continuamente se están generando consejos y sugerencias nuevas, muchas incluso, contrarias entre si. Que comamos tal cosa más de 3 veces a la semana, que el aceite de tal tipo es malo, que se ha comprobado como aumentar el nivel de X en nuestra dieta nos salvará de los terrores más terribles, etc.

Lo que sucede con la fibra no se trata de uno de esos “consejos moda”, que nacen hoy y luego se desvanecen. Los beneficios de incorporarla a la dieta están más que científicamente probados. Yo los invito a atravesar los postulados de la ciencia, y probar los beneficios por ustedes mismos. Realmente lo van a percibir, y se van a sentir muy bien.

Incorporar fibra a nuestra alimentación es sumamente importante. Una dieta rica en fibra no sólo previene enfermedades y problemas tan incómodos como el estreñimiento, sino que ayuda además a controlar el peso

Incorporar cantidades adecuadas de fibra a nuestra alimentación, es el arma más propicia para prevenir las enfermedades más comunes de nuestra sociedad actual, donde el estrés y la “comida rápida” avanzan haciendo estragos.


La fibra es un componente de ciertos alimentos de origen vegetal que posee la propiedad de transitar por el tracto digestivo humano, sin ser absorbida. Esta particularidad, la hace desempeñar importantes funciones en el organismo, entre ellas, ayudar a los demás alimentos a pasar por el intestino y facilitar la evacuación de los deshechos. Esto es posible, porque los alimentos ricos en fibra retienen mejor los líquidos. Razón por la cual ayudan a regular el tránsito intestinal y a combatir el estreñimiento.

La fibra carece de valor calórico, ya que como no podemos absorberla tampoco podemos metabolizarla para obtener energía.

Desde el punto de vista químico, las fibras se dividen en cinco variantes principales: celulosa, hemicelulosa, pectina, lignina y aglutinantes. Y entre esas cinco, también podemos diferenciar dos grandes grupos: las solubles y las insolubles.

Para los especialistas el mínimo diario que un humano debe consumir de fibra es de unos 30 gramos. Esta cantidad puede lograrse ingiriendo alimentos variados y naturales, sobre todo cereales, verduras y frutas con piel. Estos alimentos, que suelen contener tanto fibras solubles como insolubles, deben ser incorporados en cada comida. Bebiendo además, abundantes líquidos para potencia su efecto beneficioso.

Es recomendable, comenzar con cantidades moderadas de fibra y luego ir aumentándola gradualmente según la tolerancia, a modo de evitar posibles reacciones incómodas.

Seguramente todo este discurso les ha aclarado muchos aspectos, pero les ha generado a la vez, miles y miles de nuevas dudas. No se preocupen, en los próximos días iremos discutiendo más aspectos sobre la incorporación de a fibra a nuestras comidas. Por lo pronto los invito a probar con dos muy buenas recetas que pueden encontrar en elgranchef.com

Via | mujer.terra

0 comentarios: