El efecto del tabaquismo sobre la nutrición
El tabaquismo es el mayor factor causal de cáncer en la población, y a su vez el factor causal de cáncer más fácil del que deshacerse. Muchas veces no tenemos en cuenta esto, y cuando miramos las estadísticas de la población fumadora por país, la obvia conclusión es que la gente no termina de comprender el potencial dañino implícito en el tabaquismo.
Claro que el cigarrillo no sólo causa cáncer, sino que a la vez genera un sinnúmero de problemas en el individuo asociados a él. Una de estas deficiencias ocurre en relación con la alimentación de las personas, la cual se ve seriamente perjudicada por el hábito del tabaquismo sin que ésta se percate de ello.
Por ejemplo, en relación con la vitamina C el tabaco es devastador, pues las personas fumadoras no consiguen retener las cantidades suficientes de vitamina C que su cuerpo necesita. Un sólo cigarrillo le roba al cuerpo 25mg de vitamina C (el equivalente a una naranja). Teniendo en cuenta el potencial antioxidante y preventivo de esta vitamina, su pérdida puede resultar fatal.
Además, la cantidad de vitamina D también decrece en personas fumadoras en comparación con las personas normales que no tienen el hábito. Los datos muestran que las primeras tienen un 50% menos de cantidad de vitamina D que las segundas.
El tabaquismo causa el endurecimiento de las arterias, y la vitamina E actúa eliminando los depósitos grasos en las paredes de las mismas. Si un fumador no consume vitamina E, corre alto riesgo de arteriosclerosis.
Finalmente, en relación al calcio el tabaquismo también influye negativamente. El organismo de las personas fumadoras tiende a ser incapaz de absorber el suficiente calcio como para mantener una buena salud ósea. Por ende, éstas tienen huesos más débiles, y corren un mayor riesgo de osteoporosis que las personas no fumadoras.
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