Las aftas son una de las lesiones más frecuentes dentro de la cavidad bucal, así que hay grandes posibilidades que las hayas sufrido alguna vez. Son manchas blancas de forma redonda generalmente bordeadas por una aureola roja que aparece en las membranas internas de la boca. Si bien no suelen acompañarse con fiebre sí resultan dolorosas.
Algunas de sus causas son la tensión nerviosa y la mala alimentación. También pueden ser provocadas por lesiones o infecciones dentro de la boca. Incluso el factor genético favorece su aparición. El síntoma principal es el dolor y generalmente se extiende más allá de la zona afectada. Un afta puede durar entre 7 y 14 días.
El tratamiento consiste en aliviar el dolor hasta que el afta se cure por sí sola. Para esto se utilizan anestésicos. Mientras tanto es recomendable llevar una dieta suave, sin alimentos ácidos, demasiado fríos o demasiado calientes. De esta manera no irritaremos más el área afectada.
Los lavados bucales suaves con enjuague bucal antimicrobiano y las pomadas de antibióticos-hidrocortisona disminuyen el dolor y contribuyen a la curación. En el caso de que las aftas aparezcan de manera frecuente o si no desaparecen luego de 15 días consulta a tu médico.
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