Analgésicos: recomendaciones para su consumo


Si bien los analgésicos son eficaces y seguros su exceso puede provocar efectos adversos. Ya todos sabemos que son de uso frecuente en la mayoría de los hogares. Medicamentos como el paracetamol, el iboprofeno o la aspirina no requieren de receta médica y pueden tomarse sin problemas mientras se respecten las indicaciones del prospecto. En el caso de que se necesite tomar una dosis mayor es necesario una receta médica.

Los analgésicos son útiles para calmar el dolor de cabeza, el dolor de oído, así como la inflamación y otros malestares menores. También se consumen con el objetivo de disminuir la fiebre. Consumelos respetando las instrucciones y no sobrepasando las dosis indicadas. Durante el consumo de analgésicos es importante beber bastante agua (exceptuando los casos en que el médico nos haya restringido la cantidad de líquidos). De esa manera facilitaremos la eliminación renal.

No es demasiado recomendable tomarlos durante más de diez días sin tener la opinión de nuestro médico. Tengamos en cuenta que el hecho de que los síntomas persistan durante ese tiempo nos obliga a consultar a un profesional.

Una dosis superior a la recomendada o un consumo durante un período demasiado extenso puede provocar efectos negativos para el corazón, los riñones y el sistema nervioso, entre otros. Por otro lado, algunas personas pueden sufrir una reacción alérgica durante el consumo de estos fármacos. En esos casos debemos acudir al médico lo antes posible.

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