3 sencillos cambios en tu rutina que mejoran la salud


Sin dudas, esos cambios que acabo de enumerar son básicos e imprescindibles en todo aquel que desee una mejor calidad de vida. Sin embargo, hay más cosas por hacer que quizás no conocías, como los que nos presentan en el sitio de Oprah; son 3 sencillísimos cambios o decisiones que mejorarán notablemente nuestra salud.



Entérate qué deberías cambiar o modificar en tu día a día para sentirte bien:


Café descafeinado por café con cafeína

¿Sabías que la cafeína puede inhibir el crecimiento de las células cancerosas y, por tanto, puede reducir el riesgo de desarrollar cáncer? Esto se debe a sus ricas propiedades antioxidantes. Otros beneficios del café son que reduce los dolores musculares luego de un entrenamiento, disminuye el riesgo de diabetes (siempre y cuando, no se lo consuma demasiado azucarado), previene el daño celular ocasionado por los radicales libres y estimula la actividad cerebral.



Por todas esas razones, beber café hace muy bien para la salud, aunque es bueno recordar que debemos hacerlo con moderación y responsabilidad, ya que esta sustancia es altamente estimulante. Consumir cafeína en demasía puede exacerbar nuestro estado de alerta, ansiedad y estrés, y dificultar nuestro descanso cada noche.





Consume un snack luego del ejercicio

Cuando regresamos a casa luego de una sesión de ejercicios en el gimnasio, al aire libre o o luego de practicar nuestro deporte favorito, solemos bañarnos y esperar hasta la próxima comida para volver a comer. Por ejemplo, si volvemos de hacer ejercicio a las 11 de la mañana, nos bañamos y esperamos hasta las 12.30 o 13hs porque es la hora del almuerzo.



Sin embargo, esperar a la próxima comida no es un buen hábito. Recuerda que tu cuerpo necesita el “combustible” que ha perdido haciendo ejercicio, por ello es que después de la actividad física necesitas proteínas y carbohidratos para reparar el tejido muscular.



¿Los mejores snacks para después del ejercicio? Un vaso de leche chocolatada, un vaso de yogurt natural y/o una fruta fresca, como una manzana o un plátano.





Apaga el aire y abre las ventanas

Por supuesto, no vamos a abrir las ventanas de nuestro hogar durante el invierno, cuando hace mucho frío y queremos estar lo más protegidos posible de las bajas temperaturas. Pero, durante el verano, es muy común prender el aire acondicionado ¿verdad?



Pues bien, te proponemos que dejes de lado el aire y que abras más tus ventanas. Según la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) el aire interior puede llegar a estar cinco veces más contaminado que el aire exterior. Abrir las ventanas permitirá una mejor circulación del aire en tu casa, lo que en consecuencia reducirá los riesgos de contraer infecciones causadas por contaminantes como el formaldehído y el radón, que suelen acumularse cuando hay poca ventilación.



¡Además, si evitas prender el aire ahorrarás dinero!






¿Te interesaría aprender qué más puedes hacer para llevar una vida saludable? Sigue con nuestros 6 hábitos para una vida más sana.

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