Muchas veces tenemos intenciones de cambiar nuestra alimentación y de llevar un estilo de vida más saludable, pero no sabemos por dónde empezar. La información es mucha y a veces nos cuesta integrar muchas cosas nuevas a nuestra vida.
Comienza el día con un té de menta
El té de menta asiste en los procesos digestivos y es un aliado a la hora de comenzar el día con el cuerpo preparado para recibir la nutrición necesaria.
Ten un desayuno y un almuerzo abundantes
Es importante tener el hábito de desayunar y almorzar de modo abundante y nutritivo. Si te levantas sin hambre, no saltees el desayuno ni el almuerzo y pronto tu cuerpo se adaptará a este ritmo. Estabilizar los niveles de azúcar en sangre apenas nos levantamos es importante para tener energía durante el día y no sufrir antojos más tarde cuando el nivel de azúcar descienda bruscamente por no haber comido. Un plato de cereales, una banana, un bowl de granola o una proteína como huevos, pan integral o yogurt son algunas de la mejores ideas.
Cena algunas horas antes de dormir
Tomar un pequeño snack antes de dormir está bien, pero la cena debiera ser varias horas antes de ir a la cama. De este modo, no obligas a tu cuerpo a estar trabajando en la digestión de los alimentos cuando estés durmiendo en ese momento el cuerpo debe estar descansando. De este modo evitarás levantarte cansado.
Incorpora sopas y licuados a tu alimentación
Las sopas y los licuados son de los mejores alimentos para asegurar la incorporación de nutrientes esenciales. Los alimentos procesados o licuados ya están predigeridos, lo que hace que tu cuerpo tenga más facilidad en asimilar toda la nutrición necesaria.
Tomar agua gasificada con limón
El agua gasificada aporta un toque extra de dióxido de carebono al cerebro, lo cual ayuda con las funciones cognitivas. Agregarle jugo de limón fresco no sólo aumenta su sabor sino que asiste en las funciones hepáticas y fortalece los procesos digestivos.
Incorpora alimentos con vitamina C
La vitamina C nos protege de contagios como resfríos, tos y gripes. Incorpora cotidianamente a tu dieta frutos cítricos, frutos rojos, pimientos, tomates y kiwis para asegurarte una asimilación adecuada de esta vitamina.
Intenta incorporar estos consejos a tu vida cotidiana para ir en camino de una alimentación saludable y nutritiva.
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