Dejar de fumar: consejos prácticos


Si has tomado la decisión de dejar de fumar, ya has dado un gran paso, por no decir el paso más importante. Eliminar este nocivo hábito mejorará considerablemente tu salud y también la de tus seres queridos y te permitirá enfrentar la vida con otro estado físico y sobre todo con otros ojos.

La nicotina es una droga muy adictiva a la que es difícil enfrentar pero afortunadamente hay millones de casos en el mundo que nos dan la pauta de que es posible dejarla para siempre. Se trata de un trabajo duro pero que si lo enfrentamos con ganas, apoyo y convicción es superable en un 100%. Para ayudarte en este difícil proceso, aquí en VivirSalud te traemos algunos consejos acerca de cómo dejar de fumar.
Eliminar las ideas erróneas

Muchas personas que fuman se preocupan por si aumentarán de peso al dejar de fumar porque las cifras arrojan que el 80% de las personas que dejan de fumar suben de peso. Lo que no todos tienen presente es que esa ganancia de peso en promedio es de tan solo 2 kilos. Teniendo en cuenta esto es totalmente irracional el poner (justamente) en la balanza 2 kilos por encima de un beneficio integral para nuestra salud.
Elegir una fecha para dejar de fumar

Es una idea muy efectiva elegir una fecha para dejar de fumar y, el día previo, deshacerse de todos los cigarrillos, ceniceros, encendedores y demás artefactos u objetos que aludan al hecho de fumar.

Hacer una lista de las razones para dejar de fumar

Elaborar una lista de razones nos permitirá volver a encausarnos en aquellas circunstancias donde se haga difícil manejar las ganas de fumar. Leyendo la lista podremos concientizarnos de los motivos por los cuales nos encontramos en esa situación y eso nos ayudará a controlarnos.
Consultar sobre medicamentos para dejar de fumar

Hablar con un médico para conocer aquellas medicaciones que ayudan a sobrepasar el síndrome de abstinencia, situación que puede incluir depresión, insomnio, irritabilidad o incluso inquietud, nos permitirá atravesar esta situación de una manera un poco menos incómoda y desagradable.

Entre los productos más utilizados en estas circunstancias encontramos:
Parches de nicotina: Estos parches se llevan en la piel y suministran al organismo una cantidad constante de nicotina que hace que no suframos de la ansiedad de fumar y que paulatinamente nos quiten el hábito.
Chicles de nicotina o pastillas: Los chicles realizan la misma función que los parches pero liberan la nicotina en el torrente sanguíneo a través de la boca.
Aerosoles nasales de nicotina: Los aerosoles se inhalan por la nariz y de ahí pasan al torrente sanguíneo cumpliendo la misma función que los métodos mencionados.
Buscar ayuda profesional

Nuestras probabilidades de dejar de fumar aumentan si buscamos asesoramiento de profesionales en la materia. Hay cientos de tips y habilidades prácticas que se pueden incorporar para superar la adicción a la nicotina así como también hay organizaciones dedicadas al apoyo y al aliento del individuo que busca recuperarse.

Obtener el apoyo del entorno

La ayuda de la familia y de los amigos también se vuelve fundamental en estas ocasiones. Que la gente que es importante para nosotros sepa la fecha en que dejaremos de fumar, la tenga presente y nos acompañe en el proceso es algo muy importante y beneficioso para tener éxito en nuestro proyecto. Asimismo es vital que aquellas compañías que fumen tengan en cuenta nuestra meta y procuren no tentarnos y ayudarnos desde su lugar.
Encontrar sustitutos para fumar y variar su rutina

Tener cosas para hacer y modificar nuestra rutina con actividades que ocupen nuestra mente también nos ayuda a tener el cigarrillo lejos de nuestros deseos. El ejercicio, la meditación, la lectura, los baños de agua caliente o incluso los chicles disminuyen nuestra ansiedad y con ello nuestras ganas de fumar.
Prepararse para una recaída

Finalmente, otro punto importante a la hora de dejar de fumar es estar preparados para una recaída. No dar por sentado que volveremos a caer sino tener presente que es una posibilidad latente aunque queramos evitarla. No debemos desanimarnos si tenemos una recaída y menos aún debemos resignarnos a que seremos fumadores de por vida.

Caerse y levantarse es un paso natural y frecuente en este tipo de tratamientos e incluso si lo tomamos de una manera positiva puede ser el nuevo puntapié inicial para volver a intentarlo con más ganas y más seguridad.


Siguiendo estos consejos, teniendo la fuerza de voluntad necesaria y contando con el apoyo del entorno, seguramente podrás deshacerte de este maldito hábito y disfrutar de los beneficios de dejar de fumar.

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