Para mantener la maquinaria corporal en marcha por la mayor cantidad de tiempo posible, es necesario aplicar un programa de mantenimiento basado en los remedios de la naturaleza. Así lo indica el doctor Jorge Pamplona Roger en su libro “Cómo tener un cuerpo sano”.
Para empezar, la respiración es fundamental, pues ya el momento de despertarse es ideal para arrancar la jornada con unas respiraciones profundas que oxigenen el cerebro, limpien los bronquios y preparen así el sistema respiratorio para aportar al cuerpo la más importante de sus necesidades: el oxígeno.
En segundo lugar, beber un par de vasos de agua hidrata el cuerpo, limpia el estómago y favorece la depuración de la sangre tras una noche de reposo. El agua debe aplicarse también por fuera, por lo que es recomendable tomar una ducha, que también favorece la circulación sanguínea.
Tomar sol es colocado en tercer lugar en la lista, pues cada día es necesario exponerse al sol durante cierto tiempo. Además de favorecer la síntesis de vitamina D, necesaria para absorber el calcio, tomar sol estimula la producción de sangre y combate la depresión.
Para seguir, alimentarse correctamente es fundamental. Los nutrientes que el cuerpo necesita provienen de los alimentos, por lo que es preciso respetar las cuatro ingestas diarias con predominio de frutas y verduras, así como cereales integrales.
Es turno entonces del ejercicio físico, siendo recomendable dedicar al menos media hora diaria a algún tipo de movimiento que contribuya a eliminar toxinas y evitar la obesidad.
Para seguir, el autocontrol es considerado relevante, pues debemos controlar el apetito y la predisposición al consumo de tabaco, bebidas alcohólicas u otras drogas.
Todo esto se complementa con el adecuado reposo, que debe ser de entre 6 y 8 horas diarias, en una cama cómoda, una habitación ventilada, y tras una cena ligera.
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