La vida humana está influenciada por el color mucho más allá de lo que nos podemos imaginar, hasta punto tal que los colores nos pueden afectar beneficiosamente en cuanto a nuestra salud se refiere, por ello la medicina natural desde tiempos remotos los utilizó para cambiar los estados de animo y para tratar enfermedades a través de la terapia del color o cromoterapia.
Los colores puede aumentar nuestras energías o incluso tener un efecto depresivo, un ejemplo lo de ello lo tenemos en los alimentos que elegimos en función de la atracción que ejerce sobre nosotros su color, algo que los expertos en marketing saben muy bien utilizar para vender más.
El arte culinario basa su éxito en los colores, utilizando en muchos casos colorantes artificiales para lograrlo en aras de la estética, pero más allá de esta situación actual, en oriente la dieto terapia china se basa en los colores para restablecer la salud, existiendo combinaciones para cada enfermedad, así como la comida coreana basa su alimentación en la teoría de los cinco colores, debiendo prevalecer en cada comida para que esta sea saludable.
La terapia del color fue utilizada por siglos para curar tanto los trastornos del cuerpo como los de la mente y alma, algo que la ciencia hoy explica al determinar que cada color tiene su propia frecuencia energética (longitud de onda) con propiedades específicas de curación, por ejemplo, los colores utilizados para calmar la mente son el verde y el azul.
El color para tratar a un convaleciente o persona en recuperación es el rojo ya que requiere de energía para recuperarse más rápido, así como en los asilos mentales se utiliza el color rosa para calmar a los internados más irascibles.
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