Las mascotas mejoran nuestra salud emocional
Ya sé que hay que cuidarlas, ocuparse de ellas, proporcionarles comidas, vacunas, y que todo eso representa tiempo y dinero.
Sin embargo, pensando en los beneficios que aporta a la salud emocional de una familia, la presencia de mascotas en una casa me parece una decisión digna del mayor de los aplausos.
Y pongo énfasis en el concepto de “salud emocional”, porque no es ni más ni menos que eso lo que nos brinda un animal de compañía.
Para los niños en particular, el adoptar una mascota significa tener alguien más a quien querer y que jamás dejará de demostrarle su cariño. Quien haya convivido con perros o gatos sabe que viven para recordar a sus amos permamentemente cuánto les quieren y lo importantes que son para ellos.
Hasta los felinos aparentemente más ariscos, en algún momento sueltan un maullido o un ronroneo en busca de un mimo, comida o lo que sea, pero nunca dan la espalda.
Sabemos incluso que algunas especies de gatos tienen un vínculo especial con niños y adultos que padecen trastornos como autismo o depresión, y el contacto con el animal tiene efectos muy positivos sobre su autoestima.
No creo que haya secretos en esto: amar y ser amado siempre se traduce en salud y las mascotas bien lo saben.
Por eso, si un niño en tu casa te pide un cachorro o un gatito, lo mejor será que busques la forma de hacerle asumir alguna responsabilidad en su cuidado y accedas al pedido pensando que es, en definitiva, una forma muy sencilla de alcanzar momentos felices, algo que todos deseamos.
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