Lo primordial para tener una buena postura es conservar una buena estructura, es decir que cada hueso esté bien ‘apilado’ sobre el que lo sostiene.
La estructura del cuerpo está formada por el esqueleto y lo que sostiene esa estructura es el tejido conectivo o tejido blando, la parte fibrosa del cuerpo. Imagine una carpa. La estaca que la sostiene es el hueso y los tirantes que mantienen a esa estaca en forma vertical son los músculos y el tejido fibroso.
Si los dos tirantes están parejos la estaca está derecha, pero si en esos dos tirantes hay un desequilibrio, acortamiento o distensión muscular, el parante, es decir, el hueso, se desviará y necesitará más tensión, muscular, para no caerse.
El problema es que resulta muy difícil mantener esa estructura en una perfecta línea vertical a lo largo de toda la vida. Según la especialista, esto se debe a la forma de vida moderna: ninguno de los muebles que utilizamos habitualmente está diseñado pensando en cómo ayudar a nuestro cuerpo.
Empezando por los pupitres en la escuela, siguiendo por las sitias y los sillones en las casas, continuando con los asientos de los autos: nada nos da el sostén adecuado. Hay que prestar atención a nuestras actividades cotidianas y respetar una serie de reglas básicas.
Chicos, cuidado con las mochilas! Las mochilas y bolsos llenos de útiles y de ropa pueden perjudicar la espalda de los niños si pesan más de lo que pueden soportar. Controle que la carga no sea excesiva
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