Verdades y mitos acerca del estreñimiento
Si bien a veces la solución es simple, por ejemplo usar durante poco tiempo laxantes o comer más fibra, en ocasiones, encontrar alivio para el estreñimiento puede ser más difícil. Para la mayoría de personas adultas, el estreñimiento constituye un problema crónico que necesita un plan de tratamiento personalizado.
La Mayo Clinic Health Letter aclara mitos y verdades sobre el problema de salud que, en algún momento, afecta prácticamente a todo el mundo: el estreñimiento.
Mito: el hecho de no defecar a diario indica que existe estreñimiento.
Verdad: el estreñimiento se define con mayor exactitud como el defecar con poca frecuencia o tener dificultad para evacuar las heces. La frecuencia normal con la que los adultos pueden defecar varía de tres veces diarias a tres por semana.
Mito: el estreñimiento ocasiona que el cuerpo absorba toxinas de las heces.
Verdad: eso es falso. Debido a esta creencia, mucha gente toma laxantes innecesariamente si no defeca a diario, mientras que otros intentan limpiar el colon para sacar las supuestas toxinas. Sin embargo, estas prácticas no sirven y podrían ser peligrosas.
Mito: el estreñimiento es producto de una mala alimentación.
Verdad: a pesar de que ingerir una alimentación con bajo contenido de fibra podría contribuir al estreñimiento, el de tipo crónico generalmente involucra otros factores. El estreñimiento puede ser consecuencia de otra enfermedad o el efecto secundario de algún medicamento o suplemento. En las mujeres, el estreñimiento podría ocasionar disfunción del piso pélvico, o sea la falta de coordinación de la compleja actividad muscular que permite que ocurra la defecación. Esta afección es más común entre quienes se han sometido a cirugía del recto o ano y/o han tenido partos vaginales.
Mito: no se debe usar laxantes durante mucho tiempo.
Verdad: los nuevos estudios indican que el uso prolongado de laxantes recetados por un médico puede ser seguro y eficaz para algunos tipos de estreñimiento. Los laxantes se deben tomar bajo la supervisión de un médico porque podrían producir efectos secundarios.
Mito: los laxantes y la cirugía son las únicas dos maneras de tratar el estreñimiento crónico.
Verdad: existen muchas alternativas de tratamiento y de ellas, varias dependen de las circunstancias particulares del paciente. Una alternativa son los laxantes y otras son el tratar cualquier enfermedad subyacente o ajustar aquellos medicamentos que pueden contribuir al estreñimiento. La cirugía se emplea rara vez y se la utiliza como último recurso.
En los últimos años, la rehabilitación del piso pélvico (terapia de biorretroalimentación) ha funcionado bien en mujeres que padecen estreñimiento debido a disfunción del piso pélvico. La biorretroalimentación implica el uso de sensores para detectar la contracción y relajación de los músculos que participan en la defecación. Las pacientes trabajan con un(a) terapeuta para volver a aprender a controlar y coordinar los músculos necesarios para que el intestino se mueva y ocurra la defecación.
En los casos en que el estreñimiento abarca síntomas nuevos o se vincula a sangrado, fuerte dolor abdominal o náusea, lo aconsejable es buscar atención médica oportuna.
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