Las semillas de sésamo son verdaderas bombas de salud, por su riqueza en nutrientes, destacando su contenido de calcio, que es casi diez veces superior al de la leche, con el beneficio adicional de ser totalmente biodisponible o sea que el cuerpo lo utiliza en su totalidad de forma inmediata.
Además de esto las semillas son ricas en otro mineral muy importante para la salud, como lo es el magnesio, que garantiza la relajación de los vasos sanguíneos y de las vías respiratorias, cuya constricción es desencadenante de ataques asmáticos, migraña y el ictus, pero además el magnesio cumple otra función sinérgica que se traduce en la correcta distribución del calcio en el organismo, evitando que este se deposite de forma anómala en las articulaciones, algo muy común en los casos de artrosis.
Los niveles de calcio sumados a la fibra dietética, trabajan en conjunto o sinérgicamente para limpiar las toxinas, representando la semillas de sésamo también un excelente depurador natural, que además favorece la salud gastrointestinal.
Se debe tener muy en cuenta que el mayor contenido de calcio en las semillas de sésamo se encuentra en su cascara, por ello se recomienda el consumo en su forma integral preferentemente o sea sin pelar, ya que la versión más común de la semilla de sésamo es descascarillado o blanco, considerado como ideal en el arte culinario.
Las semillas de sésamo son muy ricas en zinc un componente que debe consumirse de forma regular en la dieta, para garantizar la densidad mineral ósea, además su contenido en Fito esteroles que favorecen el reequilibrio del colesterol malo en sangre, reduciendo sus niveles.
Otro beneficio saludable que destaca a estas maravillosas semillas, es su capacidad para aumentar la inmunidad natural, asegurando la correcta regeneración orgánica.
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