El gluten: ¿amigo o enemigo de nuestra salud?


Es duro el enfrentarnos al hecho de que aquellos alimentos que tanto nos gustan como la pasta, el pan, los cereales y galletas, son los causantes de nuestros problemas de salud. Son millones en el mundo las personas que se enfrentan a esta situación por sufrir de celiaquía: un trastorno autoinmune que implica una reacción severa a los alimentos que contienen gluten.

La creciente concientización en torno a la enfermedad, combinada con una mayor demanda por parte de los consumidores, ha generado un incremento importante en el número de productos libres gluten en las góndolas de los supermercados. Ese aumento en los productos ha hecho que muchas personas que no sufren de la enfermedad también opten por los alimentos libres de gluten en pos de reducir su peso pensando que se trata de alimentos dietéticos.

Para conocer realmente si el gluten es un amigo o un enemigo de nuestra salud más allá de los problemas en celíacos, aquí le traemos información relevante para ambos tipos de no-consumidores.
Una batalla dentro del cuerpo


El gluten es el nombre común de las proteínas presentes en los granos y se encuentra en todas las formas de trigo. Ejemplos de alimentos que contienen gluten son panes, bizcochos, galletas, mezclas para tortas, cereales, helados, carnes envasadas y embutidos, pastas, caldos e incluso sopas y cubitos de caldo. Gran parte de nuestra dieta se basa en esos alimentos y por ello para quien descubre que es celíaco, el asumir la enfermedad suele ser un proceso complejo.

Cuando una persona con la enfermedad celíaca come alimentos que contienen gluten, su sistema inmune ataca su intestino delgado. El daño resultante de ese ataque deteriora la capacidad del cuerpo para absorber ciertos nutrientes y esto puede causar fatiga, pérdida de peso, dolor abdominal, hinchazón, estreñimiento o diarrea.

Se trata, como toda enfermedad autoinmune, de una batalla dentro del mismo cuerpo que debemos evitar siguiendo las recomendaciones médicas pertinentes y procurando eliminar el gluten de nuestra dieta por motivos verdaderos y fundados.
No hay magia para bajar de peso


Si no sufrimos de celiaquía, no tenemos ninguna condición médica que nos impida ingerir gluten. Muchas veces se cree que el evitar los alimentos que poseen este componente es una manera directa y eficaz de perder peso, pero eso no es del todo cierto. Según los especialistas, la suspensión de la ingesta de gluten no asegura necesariamente una pérdida de peso sino e incluso puede llegar a producir una mala nutrición por falta de determinadas vitaminas y minerales que el gluten aporta.

Por dicho motivo, la ingesta de productos libres de gluten necesariamente debe ser complementada con frutas verduras y carnes que suplanten las proteínas, fibras y minerales que dejamos por el camino.

Ante esto, es claro que si no tenemos una razón médica específica y grave para evitar el gluten, es mejor mantenerlo en nuestra dieta para garantizar la calidad nutricional de lo que comemos.

Los especialistas concuerdan en que el eliminar el gluten no es una de las mejores opciones ya que se estará eliminando una importante fuente de nutrientes con el motivo de bajar de peso y bien se puede bajar de peso eliminando otro tipo de comidas como ser los dulces o grasas que poco aportan y su eliminación no es tan grave.

Esperamos que esta información les resulte útil y que sirva para que a la hora de tomar una desición en torno a nuestra dieta sepamos bien qué es lo que realmente estamos haciendo y nos animemos a consultar a profesionales antes de tomar cualquier medida.

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