Escucha a tu cuerpo
Algunos expertos afirman que las enfermedades no se originan debido a factores externos, sino más bien al tipo de pensamientos que se tienen de manera constante. Por ejemplo, el estar pensando asiduamente en enfermedades o el enfocarse en aspectos negativos usualmente ocasiona la presencia de algún padecimiento ya sea a corto o mediano plazo.
Por lo general nos centramos en la actividad de la mente, descuidando un poco el cuerpo y las emociones. El estar pendientes de la relación entre estas 3 partes –mente, cuerpo y emociones- puede asegurar un bienestar no sólo físico, sino en todas las áreas que conforman nuestra vida.
De igual forma las creencias que se tienen sobre algunas enfermedades –como la gripe- también pueden influir en que estas condiciones se presenten. Por esto, más que correr de inmediato al doctor, se sugiere que se haga primero un análisis del estilo de vida que se lleva y de las emociones que podrían estar originando estas condiciones.
En cuanto al cuerpo, la única manera que tiene de “comunicarse” con nosotros es a través de los diversos síntomas que se presentan de acuerdo a la enfermedad de la que se trate. Sin embargo, el enmascarar dichos síntomas con medicamentos puede ser contraproducente a la larga, pues a veces se necesita más que eso para combatir a la enfermedad de raíz.
De esta forma, aunque muchas veces se cure una cierta enfermedad, ésta vuelve a aparecer repetidas veces durante la vida de una persona, lo que enfatiza la necesidad de poner más atención a lo que intenta decir nuestro cuerpo.
El cansancio, dolores esporádicos de cabeza o corazón, padecimientos de la piel y un mal funcionamiento del aparato digestivo, son algunos de los síntomas a los que no prestamos mucha atención, pero que podrían estar relacionados con enfermedades más serias.
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