No hace falta tener muchas luces para darse cuenta de que la comida chatarra está dispersa absolutamente por todas partes. La televisión, los carteles publicitarios en las calles, los comerciales de radio y todos los demás medios de comunicación caen a diario en el lugar común de la comida chatarra.
En una sociedad anclada a estas perjudiciales comidas, los niños son un blanco fácil para los restaurantes de comida chatarra, y el deber de cualquier padre es alejar a su hijo de ellas. ¿Pero cómo hacerlo? Claramente no es tarea fácil, pero con estas recomendaciones que te damos en VivirSalud probablemente avances bastante para conseguirlo.
En primer lugar debes quitarle de la cabeza (o mejor aún, no promovérselo) a tu hijo el supuesto de que la comida chatarra es un premio. Ante un buen carnet de notas o cualquier otra buena acción evita ir a festejar a McDonald’s, y por el contrario llévalo al parque de diversiones, a la playa o a las piscinas públicas.
Las comidas saludables deben ser el camino a seguir, y para ello tu cocina es tu laboratorio. Evita cocinar hamburguesas, hot-dogs o patatas fritas, y promueve las ensaladas, las carnes a la plancha o cualquier otro alimento saludable como las comidas que hay que comer.
Desde luego que no puedes controlar todo lo que tu hijo se lleva a la boca, pero sí puedes empacar su vianda escolar con alimentos saludables para así generar el hábito en sus costumbres alimenticias.
Finalmente, lo importante es la fuerza de voluntad. Por más que tu hijo llore y te implore con énfasis que desea ir a comer unas hamburguesas o unas pizzas, no cedas. Aunque no le des el gusto a corto plazo, quédate tranquila de que estás haciendo lo correcto.
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