Para adelgazar no sólo hay que comer menos y ejercitarnos más, sino que sucede que a veces estamos tan distraídos que no nos damos cuenta en qué estamos fallando y por esa razón nuestro plan de adelgazamiento no está dando los resultados esperados.
Hay veces que corrigiendo simples hábitos podemos lograr excelentes resultados, sólo es cuestión de prestar atención y ver cuáles son las costumbres que hay que ir cambiando.
*Dejar los snacks. Es verdad que son irresistibles pero en realidad los comemos por aburrimiento y no por hambre. Cambia tus barras de chocolate por vegetales o líquidos.
*Las porciones son demasiado grandes. Un plato gigante va a hacernos subir de peso, sin importar que esté lleno de vegetales. Para que tengas en cuenta, la porción carne que vayas a comer no puede ser más grande que la palma de tu mano.
*Probablemente estés sediento y no es que tengas hambre. Muchas veces estas sensaciones se confunden y comemos cuando en realidad tenemos sed.
*Comes muy tarde. Cenar muy tarde en la noche tampoco es bueno, cuando comes tarde no le das a tu cuerpo la posibilidad de que queme lo que comió.
*Te estás comiendo las sobras de tus hijos. Si ellos dejan algo de comida en el plato, no tienes porqué comértela tu.
Estas son alguna de las costumbres que tal vez tengas y debas cambiar, si quieres perder peso de un modo saludable y seguro.
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