Los cambios en tu estilo de vida pueden ayudarte a reducir el colesterol malo, mantener bajas las dosis de tus medicamentos y hacer que funcionen con más eficiencia. A continuación algunos de los métodos que puedes usar para lograrlo.
Perder algunos kilos te ayuda a reducir el colesterol malo que corre por tu sangre, por eso cuando sientas ganas de comer para aliviar el aburrimiento, la tristeza o la ansiedad, aléjate de la comida y sal a caminar. También puedes llevar contigo alimentos saludables como zanahorias cortadas en trozos, para evitar comer alimentos grasosos como patatas fritas.
Cuando elijas tu comida piensa en tu corazón. Busca alimentos que le hagan bien como cereales, panes integrales, lácteos bajos en grasa, frutas, verduras y pescados como el salmón, que contiene ácido graso de tipo omega 3 que ayuda a reducir el colesterol malo (LDL).
Haz ejercicio a diario. No importa si tienes exceso de peso o no, lo importante es que te ejercites diariamente, entre 30 y 60 minutos cada día, dependiendo de tu estado físico y las recomendaciones de tu médico. Prueba con actividades que encuentres divertidas como andar en bicicleta y a cada oportunidad, prefiere las escaleras sobre el elevador/ascensor.
Si fumas, deja el hábito. Una vez pasan 20 minutos desde tu último cigarrillo tu presión arterial disminuye, 24 horas después se reduce el riesgo de sufrir un ataque al corazón. Quienes pasan 15 o más años sin fumar cambian los números a su favor, el peligro de padecer enfermedades cardíacas baja casi al punto de aquellos que nunca fumaron.Beber con moderación es el último consejo.
La salud de tus venas y arterias se beneficia cuando consumes poco alcohol, máximo un trago al día si eres mujer y dos si eres hombre. Recuerda que el colesterol malo tiene mucha influencia en el funcionamiento de tu sistema cardiovascular, así que todas las medidas que puedas tomar para mantenerlo saludable no están de más.
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