Errores frecuentes en el cuidado de los dientes


La sonrisa es quizá en lo primero que nos fijamos cuando observamos el rostro de una persona. Y no hay dudas de que nos atrapa mucho más cuando se trata de una sonrisa radiante, con dientes blancos y bien cuidados.

Hay personas que nacen con una sonrisa envidiable y otras que deben esforzarse un poquito más para alcanzarla. Un buen cuidado de los dientes implica más que un buen cepillado luego de cada comida: también hay un conjunto de hábitos cotidianos que ayudan a tener una sonrisa más bella.

Cuida tu sonrisa de la mejor manera, evitando los siguientes errores.

Cepillarse con mucha fuerza
Si ejerces demasiada presión y tu cepillo tiene cerdas firmes, puedes dañar las encías y desgastar el esmalte protector de los dientes. Elige un cepillo de dientes suave con asas flexibles y cepíllate con delicados movimientos circulares durante dos minutos al menos dos veces al día.

Una mala pasta dental
Elige una pasta de dientes rica en fluor y ten cuidado con las que dicen que “controlan el sarro”. Estas últimas generalmente erosionan el esmalte dental y pueden causar retracción en las encías.

No usar hilo dental
Cuando las bacterias se acumulan en la boca, dan lugar a la formación de la llamada placa bacteriana, una de las principales causas de las caries y enfermedades de las encías. Usar hilo dental al menos dos veces al día es una forma de remover la placa.

Beber gaseosas
Las bebidas carbonatadas, como los refrescos, contienen ácido fosfórico que pueden erosionar y manchar los dientes.

Alimentos que manchan
El esmalte dental es como una esponja, pues absorbe las manchas que dejan algunos alimentos o bebidas como el café, el té, las bebidas gaseosas, el vino tinto y la salsa de soya. Si te acostumbras a ellos, tu dentadura tomará un color más amarillento. En ese caso, consulta a tu odontólogo por un blanqueamiento dental.

Opta por alimentarte con frutas y verduras, como la manzana y las zanahorias, que son bien conocidos como limpiadores naturales de los dientes. También puedes mascar chicle sin azúcar para incrementar la producción de saliva.

Usar los dientes como herramientas
Si cada vez que no puedes destapar una botella con la mano, recurres a tus dientes como si fuera un destapador vas por mal camino. Cuidado también cuando muerdes caramelos duros o hielo. Puedes causar grietas y roturas en tus dientes.

Ignorar los problemas
El mal aliento y el sangrado de las encías pueden convertirse en enfermedades crónicas si no le das la merecida importancia. Para combatir el mal aliento, una ayuda es beber abundante agua para mantener la boca húmeda y quitar el exceso de bacterias. Y el sangrado de las encías se trata con un buen cepillado y uso de hilo dental.

No visitar al odontólogo
Se recomienda visitar al dentista dos veces al año. Sin embargo, puedes hacerlo más seguido para tener todo bajo control.

No cuidar los labios
Una sonrisa no será del todo bella si nuestros labios se encuentran secos y agrietados. La piel de los labios es una de las más sensibles, por ello trata de mantenerlos hidratados.

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