Muchas niños le tienen miedo a las agujas y por lo tanto, el momento de vacunarse puede ser una verdadera tragedia para ellos. Además, algunos adolescentes también sufren de esta fobia e incluso algunos adultos. Si tú eres uno de ellos y quieres evitar pasar un mal momento prueba con estas sugerencias. Por otra parte, si tus chicos sufren en el consultorio apréndelas y ayúdalos a que puedan aplicarlas.
1. Distraete mientras estás esperando. Lleva un juego, un libro o un reproductor de música. Lo importante es que puedas distraerte mientras que estás en la sala de espera.
2. Concentrate y respira lenta y profundamente. ¡Una buena respiración es fundamental! Podrá ayudarte a relajarte y a concentrarte en otra cosa.
3. Centrarte intensamente en algún objeto de la habitación. Busca una imagen, un cartel o un letrero en la pared. Concentrate en los detalles: Si estás contemplando una pintura, por ejemplo, trata de contar el número de flores en el jardín, las vacas en el campo, etc. También puedes crear tantas palabras como puedas con las letras de un cartel. Lo importante es que mantengas tu atención en otro tema que no sea la vacuna.
4. Tose. Según algunas investigaciones toser en el momento en que entra la aguja puede ayudar a que algunas personas sientan menos dolor.
5. Relaja tu brazo. Si estás tenso - especialmente si tensas el área donde estás recibiendo la vacuna – será todavía peor.
Es importante que no dudes en transmitir a tu médico o enfermera tu nerviosismo. Los profesionales médicos están acostumbrados a tratar con pacientes que temen a las vacunas. Ellos podrán ayudarte a relajarte.
En algunas ocasiones algunas personas se sienten débiles o mareadas luego de haber sido vacunadas. Si es tu caso siéntate y descansa por un par de minutos.
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