El dolor es una de las sensaciones más insoportables. Ya sea un dolor pasajero, crónico o intermitente, a nadie le gusta sentir esa desgradable reacción que tiene nuestro sistema nervioso cuando percibe un daño, o la posibilidad de él, en el organismo.
Como todo aquello que ayude a calmar el dolor siempre es bienvenido, hoy te enterarás de una nueva alternativa de la que puedes valerte para sentirte mejor. No se trata de un medicamento nuevo o una fórmula mágica, simplemente puedes aliviar los dolores a través de una profunda y lenta respiración.
Los investigadores del Instituto Neurológico Barrow, del Hospital y Centro Médico St. Joseph, llegaron a esa conclusión tras analizar las reacciones al dolor en dos grupos de mujeres de entre 45 y 65 años: el primer grupo estaba formado por mujeres sanas y el otro por aquellas que sufrían algún dolor crónico en alguna parte de su cuerpo.
Cada una de las voluntarias recibió pulsos de calor medianamente dolorosos en sus manos y la mayoría notó que, cuando su respiración era más lenta y relajada, la intensidad e incomodidad de los dolores se hacía mucho más tolerable. En el caso de las mujeres con dolores crónicos, solo las más optimistas lograron percibir el alivio.
¿Qué significa esto? Que cualquier sensación dolorsa puede ser aliviada si reducimos la frecuencia de nuestra respiración. Pero también es fundamental nuestra disposición y actitud para no sentir los efectos físicos del sufrimiento.
Haz la prueba y verás que una respiración lenta y profunda te hará sentir mejor.
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