Alimentos que mejoran tu circulación


¿Notas las piernas cansadas y con molestias al acabar la jornada? Esto se debe a que tienes mala circulación. El estar muchas horas sentada en la oficina, es una de las causas principales que contribuyen a la mala circulación. ¿Cómo solucionar el problema? El secreto, una vez más, está en la alimentación. ¡Abre tu despensa y anota todos los alimentos que deberás tomar para mejorar tu circulación!

Salmón hecho al punto. Cuando lo cocines deja que conserve en el centro un tono rosa intenso, conseguirás que una mayor cantidad de omega 3, un ácido graso indispensable para la buena circulación sanguínea.

Pimiento rojo. Su color es rico en betacarotenos y vitamina C, ambos antioxidantes, a lo que se añade su cuota de flavonoides. Los dos nutrientes refuerzan los capilares.

Uvas (y sus pepitas). En el interior de las uvas más jugosas se esconde un crujiente secreto repleto de antioxidantes: las pepitas. Sus moléculas antienvejecimiento refuerzan las paredes de los vasos sanguíneos.

Frutos del bosque. Grosellas, arándanos, moras, frambuesas... Estas delicias silvestres poseen una gran cantidad de vitamina P (también conocida como flavonoides), un nutriente capaz de proteger y reforzar hasta los más pequeños capilares. Además, tonifican el corazón.

• Centella asiática. Empleada desde hace siglos por la medicina ayurvédica, una infusión de esta planta mejora la circulación sanguínea y combate la celulitis.

Tisana especial. Haz tú misma la mezcla de las siguientes plantas medicinales: pon a partes iguales vid roja, ginkgo biloba, hamamelis, grosella y ortosifón. La vid roja y el hamamelis protegen los capilares; la grosella lucha contra la insuficiencia venosa y el ortosifón drena. Juntos constituyen el cóctel perfecto para nuestro sistema circulatorio.

Ajo crudo. Si tu estómago (y tu paladar) te lo permiten, la forma más sana de consumir ajo es tal cual, crudo. Así se aprovechan todas sus propiedades: disminuye la tensión arterial, mejora la circulación sanguínea...

Lentejas. Como el resto de las legumbres, son buenas para casi todo. Las lentejas constituyen una buena reserva de zinc y selenio, dos minerales imprescindibles para la formación del colágeno.

Mermelada de naranja. O de cualquier cítrico, en realidad, porque todos ellos poseen citroflavonoides, un tipo de antioxidante que se ha revelado como un excelente aliado para tonificar las venas.

Nueces de Brasil. También llamadas coquitos, son una fuente de selenio, el mineral del colágeno, y de vitamina E, que refuerza las venas y arterias.

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