Una de las tendencias en técnicas de rejuvenecimiento que ha captado más seguidoras en los últimos tiempos se puede decir que es la aplicación de Botox para eliminar arrugas.
En un comienzo la aplicación de estas inyecciones parecían inofensivas pero a medida que el tiempo fue avanzando las investigaciones demuestran que el Botox no sólo reduce tus arrugas, sino que también reduce tu capacidad para reaccionar a las malas noticias.
Las inyecciones ant-iarrugas hacen parecer a los pacientes fríos y sin emoción, cuando de reaccionar ante las malas noticias se trata. Según la investigación realizada por la Universidad de Wisconsin-Madison, la aplicación de Botox genera la ilusión de que las personas reaccionan más lento a las emociones, lo que puede interpretarse como falta de interés afectando directamente su vida social.
Bloquear las expresiones faciales disminuye las experiencias emocionales. Durante el estudio se midió qué tan rápido reaccionaban 40 voluntarias ante distintas noticias antes y después de la aplicación de Botox.
A partir de este estudio se observó que a las mujeres les tomaba mucho más tiempo reaccionar una vez aplicada la inyección. Las emociones no surgen tan rápido cuando los músculos que reflejan la tristeza o la angustia son paralizados.
La investigación concluyó que la aplicación de Botox afecta la habilidad para expresar las emociones y entender el contenido emocional del lenguaje.
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