Desde hace años el café es uno de los grandes cuestionados, ¿hace bien o hace mal?, esa es la pregunta que han intentado responder cientos de investigaciones dedicadas al estudio del café y la cafeína.
Estados Unidos es uno de los grandes consumidores de café del mundo, el 54% de los adultos norteamericanos son bebedores habituales de café. Más de 140 billones de tazas de café se consumen anualmente en ese país, y estoy segura que en otros que en otros países las cifras también son muy altas.
Durante años se han cuestionado las bondades de esta bebida y se la vincula a problemas como insomnio y dificultades gastrointestinales. La cafeína queda en tu cuerpo por más de 12 horas, lo que hace difícil que te puedas dormir y también afecta la calidad de tu descanso. Por otra parte la cafeína también funciona como un diurético y en el caso de los que beben café con mucha frecuencia esto puede llevar a la deshidratación.
Éstas son algunas de las razones que hacen pensar que el té es mejor que el café en relación a la salud. Sin embargo, un reciente estudio sugiere que los bebedores de café corren un riesgo menor de desarrollar cáncer de hígado y de colon, así como diabetes del tipo 2 y la enfermedad de Parkinson.
El café contiene antioxidantes, éste es uno de los componentes saludables de esta bebida que también se presenta en las frutas y vegetales, en el té, en el vino rojo y el chocolate. Por otra parte uno de los beneficios del café es que afecta a las hormonas que se liberan naturalmente para controlar la sensación de saciedad y el hambre.
Durante el 2008 un estudio realizado por la Universidad de Madrid concluyó que quienes beben café tienen un menor riego de muerte que las personas que no beben café. Pero, hay que aclarar que en la realización de este estudio otras variables como el nivel socio-económico y un estilo de vida saludable también fueron evaluadas para llegar a esta conclusión.
Los investigadores reconocen que aún quedan muchas investigaciones por realizar para determinar si el café es “bueno o malo”, hasta el momento todas las investigaciones toman como referencia cortos períodos de tiempo, por lo que habrá que estudiar los efectos a largo plazo.
Por otra parte queda por aclarar la discusión “café vs. té”. De momento, mi recomendación es seguir bebiendo café con moderación, esto mismo aplica para todas las comidas y bebidas, mientras sean consumidos en forma moderada nada es tan dañino ni tan bueno.
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