La dermatitis es una inflamación de las capas superficiales de la piel que puede venir acompañada de ampollas, enrojecimiento, supuración, costras o descamación. En la mayoría de los casos provoca irritación y picazón pero hay que evitar rascarse ya que puede empeorar la situación provocando engrosamiento y endurecimiento de la piel.
El tratamiento para la dermatitis depende del tipo de dermatitis ya que las hay de varios tipos. Algunas son fácilmente tratables y otras directamente no tienen cura. Afortunadamente la mayoría de los tipos de dermatitis más comunes son fácilmente tratables.
Es importante no rascarse ni frotarse, es difícil soportarlo ya que la picazón puede ser muy fuerte. En caso de presentarse ampollas no hay que romperlas, existen cremas que pueden ser de gran ayuda para calmar los síntomas. Estas cremas contienen corticoesteroides que son muy efectivos y en casos más graves, con receta medica, podemos contar con comprimidos que son mucho más potentes.
Muchas veces se provoca una dermatitis por contacto, al usar collares o accesorios que irritan la piel, o quizás alguna prenda con un tipo de tejido especifico, o puede ser una reacción alérgica a algún elemento que desconocemos. Para prevenir la infección y su propagación es necesario limpiar el área con agua y jabón suave varias veces al dia.
Otras causas que pueden provocar una dermatitis son el estrés, la depresión o algún otro problema de origen psicológico. Las várices, trastornos intestinales o bien una disminuición inmunológica también pueden derivar en una dermatitis.
Por eso en la mayoría de los casos si encontramos el origen de la dermatitis, con sólo suprimirlo ya habremos terminado con el problema.
También podemos recurrir a algunas terapias alternativas que suelen ser muy efectivas como la fangoterapia, hidroterapia o bien con algunos de los remedios naturales para la dermatitis que nos ofrece la medicina natural.
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