Cómo reducir nuestras preocupaciones


Quien esté libre de preocupaciones que lance la primera piedra! Se trate de las más simples, como dudar si cerramos la puerta de casa con llave o si apagamos la estufa antes de salir, o de las más complejas, como sufrir porque no nos alcanza el dinero o porque los hijos se portan mal, todos tenemos asuntos que nos perturban en nuestro día a día.

Lo peor de todo es que cuanto más preocupados nos sentimos, más difícil es mantener nuestros problemas bajo control. Esto repercute tanto en la salud mental como en la salud física, pues el exceso de preocupaciones puede causar estrés, náuseas y hasta ataques de pánico.

¡No dejes que la ansiedad arruine tu vida! Sabemos que hay cosas que te perturban, por eso te enseñamos cómo reducir las preocupaciones. Una vez que te sientas mejor, verás que podrás afrontar la realidad con mejor ánimo.

“Spa” para tu mente. Aquí nos referimos especialmente al descanso de la mente. Recuéstate en tu cama y escucha música de relajación durante algunos minutos: te aseguro que te ayudará a sentirte más tranquilo y sereno.

Come mango y chocolate. Ya desde quitar la cáscara, cortar y luego comer mango, una fruta rica en linalol, ayuda a relajarte con mayor rapidez. Inhalar alimentos ricos en linalol tiene un efecto tranquilizador. Prepárate un delicioso y relajante batido de mango, dos cucharaditas de miel, media taza de jugo de naranja y media taza de yogur natural con trocitos de hielo. También el chocolate ayuda a combatir la ansiedad.

Escribe. Quizás no te lleves muy bien con las letras, pero escribir es una buena forma de “expulsar” lo que nos preocupa. Según los psicólogos, escribir a modo de diario íntimo ayuda a tomar el control de nuestro pensamientos. Escribe en un papel, en un diario íntimo o crea un blog.

Bríndate tiempo para preocuparte. Este consejo puede parecerte raro, pero te servirá. Tan solo elige media hora del día para pensar en tus problemas. Si te pasas de tiempo, repite a ti mismo “ya está, suficiente”; el tiempo de los malos pensamientos ya pasó. ¡Despejar la mente también depende de tu esfuerzo!

Habla con tu jefe. Muchas veces las preocupaciones vienen por temas laborales. Si sientes demasiada responsabilidad por un proyecto o no te ves en condiciones de realizar ciertas tareas, lo mejor que puedes hacer es plantearle tu situación a tu jefe. Juntos llegarán a un acuerdo que te haga mejor.

Vive el momento. La mayoría de las preocupaciones son por hechos pasados o por cosas que pueden ocurrir en el futuro. Por eso, vive y piensa en el presente: lo pasado ya pasó y lo futuro, justamente, depende de cómo vivamos el presente.

Practica yoga. ¿Hay algo tan relajante como practicar yoga? Es el mejor ejercicio para liberar nuestra mente de todo tipo de tensiones.

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