Cualquier método es bueno para dejar de fumar si funciona. Este hábito es muy nocivo para la salud y provoca millones de muertes en el mundo. La nicotina que se inhala cuando se fuma el tabaco es una de las sustancias más adictivas y es por eso que resulta difícil dejar de fumar.
Hace algunos años apareció en el mercado el cigarrillo electrónico para dejar de fumar. Es un aparato que funciona con una pequeña batería y simula la forma de un cigarrillo corriente.
En el extremo donde se aspira tiene un sensor que cuando detecta la inhalación de aire libera minúsculas gotas formando un vapor que imita el humo del cigarrillo. Lleva unas pequeñas cápsulas cargadas con distintas sustancias, propilenglicol, glicerina vegetal, saborizantes, aromatizantes y también tienen una proporción de nicotina.
Existen varios tipos de cápsulas con distintos niveles de nicotina y la idea es ir bajando las dosis de nicotina poco a poco hasta llegar a dejarla totalmente.
Estos cigarrillos electrónicos han sido motivo de controversia desde su aparición en el año 2004 y algunos médicos, sociedades científicas y sanitarias sostienen que el vapor que liberan es tan perjudicial como el cigarrillo convencional. Y hasta sugieren que, al no existir evidencia científica ni suficientes estudios, podrían ser aún más dañinos.
Otro punto de discusión es que no se elimina el hábito nocivo de fumar, el rito de inhalar y echar humo permanece, no se ataca la adicción psicológica y en algunos casos esto puede ser decisivo para dejar el hábito.
Sin embargo miles de personas han logrado dejar de fumar de esta manera y no se puede discutir que alivia la ansiedad y los síntomas de la abstinencia en fumadores.
Pero como dijimos antes, cualquier método es bueno para dejar de fumar y dependerá sobre todo de la personalidad de cada persona
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