La ansiedad es uno de los transtornos emocionales más difíciles de llevar. Cuando una persona padece este problema, no puede evitar sentirse estresado, preocupado y nervioso de manera extrema ante cualquier situación de su vida cotidiana. Esta afección psicológica también se traslada al ámbito físico a través de dolores musculares, náuseas, cansancio y temblores.
Ante este panorama tan complicado, la ansiedad no solo es una pesadilla para quien la padece sino también es un problema para los amigos y familiares que se relacionan con él. Más allá de la gravedad del trastorno, una persona ansiosa necesita del apoyo de sus pares para superar su situación.
Si tienes algún amigo o familiar sufriendo de ansiedad, no dudes en aplicar los siguientes consejos para ayudarlo.
Infórmate un poco más sobre el desorden de ansiedad. Esto te ayudará a saber qué es lo que le sucede a tu amigo, sabrás qué esperar de él y te servirá para comprender lo que le está sucediendo.
Pide ayuda. Si se trata de tu hijo o alguna persona que depende de ti, pide ayuda por otros lados para que te ayuden con la tarea.
Muéstrate seguro, de manera que la persona ansiosa sepa qué esperar de ti.
Ofrece tu apoyo, pero no te conviertas en un facilitador, pues la persona ansiosa debe saber que el primer paso depende de él.
Muestra tus sentimientos más sinceros: no ocultes tus esperanzas ni tampoco tus miedos sobre la situación.
Visita un profesional para que te ayude a ti. Una persona que tiene a un ser querido bajo el trastorno de la ansiedad seguramente se sienta enojado, confundido y con culpa.
Tómate un tiempo para ti. Está perfecto que quieras ayudar a un ser querido que pasa por un mal momento. Sin embargo, no quedes atrapado en eso para que no te afecte a ti también.
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