Caminar y salud
Caminar es especialmente bueno porque es seguro, fácil, y Económico. Además caminando podemos alcanzar los mismos objetivos en la condición física que con la carrera, natación y bicicleta.
Caminar mejora la flexibilidad en las piernas, y aumenta la fuerza y la resistencia a la fatiga , además mejora el flujo sanguíneo en ellas, tanto desde el punto de vista del aporte de riego para poder dar sangre al músculo y así realizar el esfuerzo físico que esto supone, como el mejorar el retorno venoso, evitando así los edemas en los pies y la aparición de varices.
Caminar quema calorías y por ello puede ser un método para controlar el peso, pero siempre y cuando se quemen más calorías caminando que las que se ingieren a lo largo del día en las comidas. No debemos olvidar que caminar media hora conlleva un gasto de unas 100 calorías y esto lo recuperamos fácilmente con un yogurt natural y dos cucharadas de azúcar.
Caminar previene el inicio de la diabetes del adulto, reduce el dolor de las articulaciones con artrosis y también el dolor muscular.
También refuerza los huesos evitando la osteoporosis, es decir la debilitación del hueso y así conseguiremos ser más resistentes a las fracturas en las caídas. Caminar también es útil para liberar tensión y reducir el estrés, incluso puede ayudar a dormir mejor. Puede además ayudar a mejorar el estreñimiento.
Caminar es un ejercicio conocido como de los del tipo aeróbico, es decir para su realización se precisa del oxígeno y con el quemamos los hidratos de carbono y las grasas para extraer la energía necesaria para practicarlo.
Si quisiéramos sacarle todo el partido posible a este ejercicio deberíamos practicarlo 3 ó 4 días a la semana, entre 30 y 60 minutos y con una intensidad entre moderada y vigorosa, es decir a velocidad superior a un ritmo de marcha convencional.
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