Para conseguir cualquier adaptación del organismo como la mejora del sistema cardiovascular, este necesita un estrés mayor al que está acostumbrado.
Por lo tanto para mejorar nuestra función cardiovascular debemos hacer que nuestro organismo se tenga se superar.
Si el cuerpo está habituado a la cantidad de estrés - ejercicio- al que le sometemos, no necesitará adaptarse a nada, es decir, no mejoraremos.
Para mejorar nuestra función cardiovascular debemos hacer que nuestro organismo se tenga se superar. Esto no significa que cada entrenamiento deba ser más duro, sino que poco a poco iremos aumentando la intensidad.
Existe una regla "del 5 % semanal" que nos indica lo que debemos ir aumentando nuestro entrenamiento. Hacerlo mas rápidamente suele llevarnos a una lesión.
Por el contrario si esta cantidad de estrés esta muy por encima de nuestras posibilidades, nos lleva al sobreentrenamiento. Cuyo reflejo es un mayor cansancio físico y aumento de la posibilidad de lesión.
El estrés de un programa de ejercicio cardiovascular esta definido por la intensidad - el % de nuestra frecuencia cardiaca-, la duración de las sesiones y la frecuencia semanal. Un ejemplo sería salir con la bicicleta entre 20 y 60 minutos, entre 2 y 5 veces por semana y a una intensidad del 70 % de nuestro máximo.
Por norma general, debemos tener en cuenta que cuanto mas alta sea la intensidad, es decir, más duro el entrenamiento, más corta debería ser la sesión. No existe una formula "maestra" para saber como debemos entrenar, ya que esta en función de nuestros objetivos, condición física y adaptación de nuestro cuerpo a lo que entrenamos. Si es importante ir cambiando frecuencia, intensidad y duración para no producir sobreentrenamiento pero si esta adaptación.
Las dos adaptaciones fundamentales que ocurren en nuestro organismo con la practica de actividades cardiovasculares son, por un lado el aumento de cantidad de sangre que nuestro corazón bombea en cada latido, se llena más y al contraerse lo hace en mayor medida -como si se exprimiese más-, por otro lado aumenta la habilidad de los músculos a extraer el oxigeno que necesitan de la sangre que el corazón les envía.
Como consecuencia de esto, las personas cardiovascularmente más en forma tienen el pulso o ritmo cardiaco en reposo más bajo ya que el corazón cada vez que se contrae lo hace de forma mas eficiente. Esta es la principal adaptación de la que nos podemos beneficiar, nuestro corazón irá trabajando mejor.
Además la otra razón por la que gente hace ejercicio cardiovascular es la disminución de grasa corporal, que por desgracia es más abundante que mantener nuestro corazón en forma. Pero bueno, además de tener menos grasa y ver nuestro abdominales conseguimos mantener nuestro corazón en forma.
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